Por: Tania Teresa Cortés San Lázaro.
Estudiante de la Licenciatura en Relaciones
Internacionales en la Facultad de Ciencias Políticas
y Sociales de la Universidad Nacional
Autónoma de México.
taniarrii@hotmail.com
Durante
casi un lustro, el mundo (principalmente Europa) presenció uno de los peores
conflictos en la historia de la humanidad. El estallido de la Primera Guerra
Mundial o la “Gran Guerra” sin duda fue un factor importante en el posterior
surgimiento de la Sociedad de Naciones (SN). Al término de este conflicto surge
la necesidad de crear una alternativa con el objetivo de prevenir la
reincidencia en conflictos bélicos de tal magnitud. Después de que el mundo
presenciara una segunda conflagración que superó con creces a la segunda y ante
el fracaso de la SN hubo un crecimiento en la necesidad de resolver pacíficamente
los conflictos mediante el diálogo y la cooperación internacionales, el cual
fue predominante en el surgimiento de un organismo sucesor a la SN. Las
Naciones Unidas (NNUU)[1] al ser el organismo heredero universal, asumían
todos los bienes y la responsabilidad principal de la institución antecesora: “Promover
la cooperación internacional y conseguir la paz y la seguridad”.
El inicio del proyecto
El
primer proyecto del Pacto de Naciones surge en 1919, en ese mismo año tiene su
inicio la etapa científica de las Relaciones Internacionales y por tanto, la
consumación de la disciplina. En este sentido, el nacimiento del paradigma
idealista influyó de manera determinante en la creación del primer proyecto de
la Sociedad de Naciones, sin embargo, no llega a construir una corriente teórica
pues carece de “un corpus teórico estructurado, formulado de manera explícita y
en obras determinadas”[2].
El
desarrollo de la entonces denominada como: “La Guerra que acabaría con todas las guerras”[3] es parcialmente conocido por la mayoría y es de
fácil consulta en los libros de Historia. No obstante, es importante mencionar
que este conflicto de talla mundial sirvió para que salieran a la luz una
infinidad de anomalías presentes en las relaciones entre los estados europeos.
Es importante recordar que en numerosas ocasiones se rechazó el fin de la
guerra con la ilusión de obtener un resultado más ventajoso para cada uno de
los involucrados con base en el bloque belicista del que fueran parte.
El paradigma
idealista se encuentra sobre las bases del mundo del deber ser, es decir, el
establecimiento de normas para determinar la conducta estatal, como es el caso
del derecho internacional. Ante la conducta del Estado que actúa con base en la
persecución de sus propios intereses se da la creación del primer proyecto del
Pacto, el cual yacio sobre las bases del paradigma dominante (y el primero en aparecer) de la época. Con
lo anterior surge la primera organización internacional, es decir, la Sociedad
de Naciones, la cual fue creada en aras de preservar la paz a nivel
internacional.
Tras
el cese de las hostilidades se elige a París como la sede de la Conferencia de
Paz. Es probable que esta decisión haya sido tomada por varias razones: después
de haberse descartado las propuestas estadounidense y la británica por Ginebra
y Bruselas respectivamente; en virtud de
la rivalidad franco-alemana y como motivo del esfuerzo bélico francés. A esta reunión no fueron invitados dos países: Alemania y Rusia, Alemania por ser
la causante del inicio de las hostilidades y Rusia por encontrarse en un
periodo de Revolución.
Ante el
inminente fracaso de la balanza de poder europea, en 1918 Estados Unidos
mediante del presidente Woodrow Wilson decide empezar a implantar un nuevo
orden internacional a través de la proclamación de los ‘Catorce puntos de
Wilson’, los cuales pedían la abolición de la diplomacia secreta, la libertad
mares, el libre comercio y la creación de una Sociedad de Naciones. Estos
puntos, entonces presentados como de interés general, facilitaban la expansión
del ahora país hegemónico.
El papel de este Pacto de Naciones en la vida de la Sociedad fue más relevante aun que el de una
constitución en la vida de una nación ya que estableció los órganos de la
Sociedad, su composición amén de definir su competencia y fungir como guía en
sus decisiones. No obstante, este panorama lleno de optimismo se vería
posteriormente eclipsado por un periodo de frustración. Al convertirse la opinión
pública en un actor de la sociedad internacional, su repercusión fue
significativa, ya que existía una sección influyente de la opinión que ridiculizaba la idea del mantenimiento
de la paz mediante un acuerdo internacional. Lo anterior causó que la masa de
la opinión pública que aclamaba a
Woodrow Wilson en Estados Unidos y en Europa perdiera gran parte de su
confianza y entusiasmo.
Esta pérdida de popularidad junto con la resistencia aislacionista del
Senado estadounidense a Wilson y el pacto, se tradujeron más tarde en la salida
o la no adhesión de la Unión Americana al pacto de Naciones. El abandono de
Estados Unidos supuso un rudo golpe y la aparición de una crisis, amén de
corroborar que la constitución de la Sociedad de Naciones había sido un tanto
precipitada.
Los
años
dorados. La época
de estabilidad de la SN.
A
pesar de la no adhesión del actor intelectual al Pacto, los países europeos con
Francia y Gran Bretaña a la cabeza decidieron continuar con el proyecto. La sociedad
fue perfeccionándose, su estructura, organización interna y su composición se
fueron definiendo y detallando, la mayoría de las veces con base en los
intereses y exigencias que imponían las necesidades históricas.
Eventualmente, en la Sociedad se logró llegar a una etapa de
estabilidad y ejecución de sus acuerdos, además de la presencia de una dinámica política internacional (Condición que no se volvería a presentar). Los
organismos o departamentos a su cargo se comportaron de manera eficiente y presentaban
un funcionamiento favorable. Lo anterior se vio obstruido por la polémica
entrada de Alemania al Pacto de Naciones. Alemania ingreso a la Sociedad en
calidad de miembro permanente, esto causo el abandono de España y Brasil.
Las cosas parecían empeorar, se realizó la anulación de todos los
acuerdos en materia de cooperación económica afectando la situación aduanera y la integración económica. Lo anterior obedeció a la “Gran Depresión”
también conocida como la “Crisis del 29” a la cual la Sociedad no presento
inmunidad a sus efectos. Este punto de quiebre económico contribuyó además a el
fortalecimiento del aislacionismo y el nacionalismo, dos cuestiones ante las
cuales luchaba la Sociedad y buscaba sepultar. El resurgimiento de estas
tendencias provocaría un retroceso en el crecimiento de la organización.
El
declive y muerte de la SN
Mas
tensiones internacionales se avecinaban, tal fue el caso de los incidentes de
Manchuria, la guerra de Etiopia, la guerra civil española, la formación del
Eje, la guerra Chino-Japonesa, entre otros. Era evidente que la magnitud de
estos conflictos no tenía punto de comparación con la Primera Guerra Mundial,
sin embargo estas tensiones belicistas irían creciendo hasta desembocar en la
Segunda Guerra Mundial que entonces era un acontecimiento inimaginable.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939) comienza el
declive del Pacto. Los años de guerra significaron la derrota y la agonía de la
Sociedad de Naciones. Los intentos de lograr un espíritu aperturista internacional
y las intenciones de consumación de paz y desarme resultaban inútiles y el
desplome del Pacto era evidente e innegable. La guerra terminó y ante el
incumplimiento de los objetivos principales; La Sociedad de Naciones daba sus últimos respiros.
La Sociedad de Naciones dejaría
de existir el 19 de abril de 1946, transfiriendo todos sus poderes y funciones
a las Naciones Unidas, que ya habían accedido a aceptarlas. Además, la Sociedad
debía satisfacer todas sus necesidades financieras y entregar sus posesiones
materiales a la institución sucesora. Lo anterior, podría interpretarse como la
muerte de la Sociedad pero también como una resurrección inmediata. Ahora sería
el turno de las Naciones Unidas, quienes tenían la encomienda de continuar con
el legado de la Sociedad de Naciones.
Consideraciones
Finales
El
periodo de vida de la Sociedad de Naciones fue fugaz y lleno de venturas, su éxito
transitorio y su final sin gloria. No obstante, esta primera organización
internacional muerta, resucitaría en las Naciones Unidas. Además el idealismo dejaría de ser el paradigma dominante ante el surgimiento
del realismo.
La noble labor propuesta por la Sociedad de
Naciones fue imposible de lograr por varias razones. En primer lugar podemos
citar la ausencia del actor intelectual y su negativa a ser miembro de la
sociedad, lo anterior obedeció a que la población y el congreso no consideraban oportuna la ruptura
del aislacionismo estadounidense, amén de la pérdida de popularidad de Woodrow Wilson.
En segunda instancia, los elementos para sancionar a los países que
desobedecieran los mandatos del organismo eran inexistentes, lo anterior no
contribuyo a la consolidación de la autoridad del organismo y provocó reincidencia
estatal. Posteriormente estas conductas se convertirían en tensiones belicistas
que representaron el caldo de cultivo idóneo para la Segunda Guerra Mundial.
Por otro lado, la exclusión de los perdedores de la Gran Guerra del organismo
provocó la alimentación y el crecimiento de rencores, molestias y desconfianza
de los pueblos derrotados. La Sociedad de Naciones no logró imponer sus
resoluciones de manera obligatoria.
A pesar de su efímera existencia
y su inminente fracaso, la Sociedad de Naciones fue el primer movimiento
eficaz hacia la organización de un orden social y político mundial y los
preceptos que estableció constituyen un legado que las Naciones Unidas se han
encargado de cumplir. Su paso por la historia siempre ocupará un lugar supremo
en ella ya que antes de la Sociedad el Estado era el único juez y soberano y no
debía adhesión s a ninguna autoridad superior.
Fuentes
Consultadas:
•
Azcona
Pastor, José Manuel,
Guerra y paz: la sociedad internacional entre
el conflicto y la cooperación, Madrid, Dikinson, 2013
•
Bremer,
Juan José, Tiempos
de Guerra y Paz. Los pilares de la Diplomacia : De Westfalia a San Francisco, México, Taurus, 2010.
•
Brom,
Juan, Esbozo de Historia Universal, México , Editorial Grijalbo,1991,
• Cid
Capetillo, Ileana (Coordinadora), Temas Introductorios al Estudio de Relaciones Internacionales, México, FCPyS-UNAM, 2013
• Cid
Capetillo, Ileana (Compiladora), Lecturas básicas para Introducción al estudio de Relaciones
Internacionales, México, FCPyS-UNAM,1999
•
Kissinger, Henry, La Diplomacia, Madrid, Fondo de Cultura Ecónomica,1996.
•
López
Díaz, Mayra, Aportaciones teóricas de la Escuela Estadounidense a
Relaciones Internacionales, México, FCPyS-UNAM, 2010
•
Padilla,
Luis Alberto, Teorías de las Relaciones Internacionales. La Investigación
sobre la paz y el conflicto, Guatemala,IRIPAZ,1992,p.18
Walters ,Francis, Historia de la Sociedad de Naciones, Madrid, Tecnos,
Walters ,Francis, Historia de la Sociedad de Naciones, Madrid, Tecnos,
[1] La denominación de Naciones Unidas fue acuñada por el presidente
de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt durante la Segunda Guerra Mundial,
Su primera aparición se remonta a la Declaración de las Naciones Unidas del 1°
de enero de 1942 que afirmaba el compromiso de 26 naciones de luchar juntas
contra las potencias del eje.
[2] Luis Alberto Padilla, Teorías de las
Relaciones Internacionales. La Investigación sobre la paz y el conflicto, Guatemala,IRIPAZ,1992,p.18
[3] Denominación que utilizó el presidente Woodrow Wilson para
referirse a la Primera Guerra Mundial. Término usado en el marco de sus
optimistas expectativas y la firme convicción de que una guerra de tal magnitud
no se repetiría jamás.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario