Por: José Alfredo Rico
Berry
Egresado de la Licenciatura en Biología de la UAM-X
jose.alfredo.rico.berry @gmail.com
jose.alfredo.rico.berry
La mayoría de
las personas no está
consciente de lo complejo que es hablar de educación en nuestro país, algunos y
mayoritariamente lo relacionan con la escuela, refiriéndose al espacio donde se
ha determinado qué es lo que se debe y cómo es que
se debe de "aprender" o mejor dicho memorizar. Esto es un enorme
problema ya que estamos confiando a ciegas en un sistema educativo que es caducó
y que fomenta la división, la segregación y la
discriminación por medio de la denominada "evaluación" por
competencias.
A nadie
parece importarle el grave problema que representa quedarse en la "boca
del lobo" y es que se le otorga al Estado el proceso de modelación de los
individuos, haciendo de estos simples utensilios en el ámbito de la producción
en serie, pero ¿De dónde viene el problema?. Para contestar tendríamos que
remitirnos a la época en donde la iglesia era la principal
fuente de conocimiento, es en este periodo donde solo se forjaba en las
personas el afán de tolerar
cualquier cosa con tal de encontrar en el día de su muerte el tan anhelado
paraíso. La
iglesia fue la responsable de que por cientos de años la labor científica y artística
en todos los ámbitos tuviera su más grande rezago, ya que cualquier
persona que estuviera en contra de su ideología se le consideraba hereje y se eran
condenados a penas tales como morir quemados, decapitados, cortados, ser
sometidos a procedimientos que les deformaban el cráneo gradualmente, dejarlos
atados y heridos para que las aves o cualquier
otro animal se alimentara de ellos o simplemente los colgaban de un lazo por el
cuello frente a toda la población de la localidad, quienes gritando y
extasiados clamaban por la muerte del "hereje", "pecador" o
"bruja".
Las cosas realmente eran oscuras hasta el
Renacimiento, cuando la filosofía científica empieza
a tomar fuerza por personajes que escaparon a otras naciones lejos de la
persecución por parte de la iglesia. Hasta nuestros días muchas
personas siguen siendo influidas por lo que dictamina la iglesia, como decir
que "usar condón es pecado mortal" o que "la homosexualidad es
una enfermedad".
Actualmente
en nuestro país el
catolicismo es la principal guía espiritual de las personas, algunas con sus
creencias más arraigadas y por lo tanto menos tolerantes hacia los cambios que
se expresan en nuestra sociedad. El poder de la iglesia sigue permeando la
educación de las generaciones más
jóvenes y vulnerables, por ejemplo ¿porque cada año se realizan
pastorelas celebrando el nacimiento del hijo de Dios?, ¿Por qué hay
vacaciones relacionadas con el nacimiento y muerte del mismo?, ¿Por qué a pesar de
que soy ateo escribo Dios con mayúscula?. La educación de esta nación es laica,
al menos en teoría, lo cual
ya es un avance, pero hace falta realmente llevarlo a la práctica. El punto es
que pocas personas están
conscientes de que la educación es una acción social, la verdad es que
es difícil tomar la responsabilidad que nos toca como personajes de una
sociedad, una gran minoría tiene carácter para enfrentarlo y tratar de
transformar su entorno; la mayoría no lo hace, no porque jamás se les haya
enseñado o inculcado a hacerlo o porque no lo tengan codificado en alguna parte
de la secuencia de sus genes, sino porque el sistema ha doblegado su espíritu de
lucha a través de los años
de domesticación dentro de cuatro paredes.
Desde pequeños
se nos enseña a obedecer, a callar, a recibir información para memorizarla,
pero no se nos enseña a entenderla, a cuestionarla, a reflexionarla y ese es el
principal problema de la situación actual del país, el Estado cumple su objetivo
de crear esclavos sociales que solo sirven para cumplir cierta función dentro
de un modelo económico, o creando técnicos que
serán utilizados
como simples peones dentro de la producción en serie. Desde la educación
primaria y durante la denominada secundaria se adoctrina a los educandos en un
entorno lleno de límites,
tapujos, clichés y nulas oportunidades de identificación, de desarrollar una
personalidad crítica. En
estos niveles de escolarización el educando es sentado en una banca y sometido
a un empacho de información que se le transmite por medio de un educador que sólo
se encarga de hablar, y hablar de datos, fechas, y acontecimientos que le han
impuesto y que en muchas ocasiones se le reprime la libre cátedra,
obligando de esta manera tanto al educando como al educador a memorizar en
lugar de razonar, criticar y/o cuestionar. Peor aún en estos niveles se descalifica
como no aptos, tontos, estúpidos o
deficientes mentales a todos aquellos que no son capaces de memorizar la
información y que en consecuencia reprueban los exámenes,
mientras catalogan como inteligentes a aquellos que más información memorizan
y hasta son premiados por medio de
estrellas adhesivas, sellos de abejas u hormigas trabajadoras, de diplomas o
cualquier otro símbolo que
fomente el adoctrinamiento.
Una vez que
se libran estas etapas, si es que ocurre, el estudiante se tiene que someter a
una prueba denominada examen
único conformado por 128 preguntas divididas por áreas y que
en ocasiones tienden a ser confusas y engañosas. Esto ha provocado en los
estudiantes aspirantes al nivel medio superior un enorme descontento ya que más del 50% de
la población en esta etapa queda excluida de las opciones con mayor demanda y
son reclutados a otros centros educativos con menor demanda y con menor
posibilidad para continuar con el nivel superior. Aunado a lo anterior, los
"excluidos" son catalogados dentro de la sociedad como incompetentes
o ignorantes, al grado que hasta los mismos aspirantes creen que es por su
culpa el hecho de que no lograran alcanzar la cantidad de respuestas correctas
que se necesitan o el promedio de calificación que le exige la institución a la
que se pretende ingresar. Esto viola uno de los derechos fundamentales de la
humanidad, el derecho a la educación, además de promover en el estudiante
valores y principios contrarios a los que la mismísima Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos proclama. Evidentemente es el Estado el que falla al
no posibilitar ni el ambiente ni las condiciones necesarias para que cada
individuo pueda satisfacer sus necesidades académicas.
El
descontento social sobre el tema de la educación y la polémica “Reforma”
era solo cuestión de tiempo, la gente se percata cada vez en mayor número de esta
y otras problemáticas que
inciden directamente en el desarrollo social; las maneras en las que se ataca
al problema son variadas y la UAM-X no se queda atrás. La Universidad Autónoma
Metropolitana unidad Xochimilco se plantea que el conocimiento debe ser
utilizado para poder transformar la realidad a partir de la experimentación y
de los problemas que se presentan en la vida cotidiana. El área de
Ciencias Sociales de la universidad planteó hace más de veinte años un Programa de Educación
Abierta Para Adultos y Jóvenes (PEAPA), con el que se busca que los estudiantes
que muy probablemente fueron excluidos de la modalidad escolarizada, se
integren o incluyan en la sociedad universitaria en la modalidad abierta o no
escolarizada. Contando con asesores jóvenes de la misma universidad y de otras,
que son prestadores de servicio social, se pretende que sean capaces de hacer
entender a los educandos que son personas críticas, pensantes, capaces de
incidir en su realidad y transformarla. Además de que los jóvenes asesores también se
ven obligados a pensar en su desarrollo personal y en el de la sociedad.
El PEAPA
como medio de inclusión de la población adulta y juvenil a la educación,
promueve la solidaridad, la cohesión social, influyendo directa o
indirectamente en la vida y percepción de los usuarios y de los asesores,
contribuyendo a la sociedad en la formación de individuos con criterio propio y
raciocinio en cuanto a lo que ocurre en la ciudad, en el país y en el
mundo. Los vínculos que
se originan a partir del PEAPA, van más allá de lo evidente, ya que en él se refleja
la diversidad y los problemas que atacan a la estabilidad social, por lo que es
utilizado como centro de investigación para un mejor entendimiento de la
realidad que se suscita en nuestro país.
Este espacio
es un ejemplo de lo que se podría generar en
otras universidades. El conocimiento debe dejarse de ver como un conjunto de
oraciones que estipulan la verdad de las cosas, se debe de ver, como un arma
que puede ayudarnos a entender nuestra realidad, nuestro presente y a partir de
entonces replantear lo que se puede hacer para que en un futuro no muy distante
pueda existir una realidad con mayor equidad en cuanto al reparto de recursos.
Es tiempo de que la población entienda que la educación es un proceso que
ocurre durante toda la vida, que nadie es profesor o educador, sino que todos
nos educamos mediante los diálogos o las
interacciones que se puedan dar entre todo tipo de personas. Para esto sería bueno
empezar por la cohesión social, sin ella no sería posible lo antes dicho.
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