Tania Teresa Cortés San Lázaro
Estudiante
de la Licenciatura en Relaciones
Internacionales en la Facultad de Ciencias
Políticas
y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.
taniarrii@hotmail.com
A pesar de que durante las dos
últimas décadas las relaciones internacionales se han conservado enfocadas en
temas de equilibrio de poder económico y militar, se han visto obligadas a
valorar la importancia de los factores culturales y religiosos, los cuales han
ido ganando una dimensión transnacional que va más allá de las fronteras
territoriales de los estados-nación. En el transcurso de la historia, "las
personas han utilizado la cultura para presentarse a sí mismas, para afirmar su
poder y entender a los demás”[1]
El
panda gigante resulta un animal simpático, atractivo e incluso tierno para la
mayoría de las personas, por lo que es una de las especies más queridas del
planeta. Ha sido símbolo de múltiples causas conservacionistas como la de World Wildlife Fund (WWF), organismo que
utiliza su imagen como logo desde su fundación en 1961. Los pandas se han
convertido, en ocasiones, en personajes excepcionales, tal fue el caso de
“Tohui” quien representó un icono de la
historia de México al ser el segundo bebé panda en nacer pero el primero en sobrevivir
en cautiverio fuera de China.
Para
la República Popular China el panda es el animal nacional y su caza es
fuertemente penada, pero también simboliza la posibilidad de establecer o
fortalecer las relaciones bilaterales con otros países. Tras la creación de
China en el año de 1949, el panda gigante se utilizó para consolidar lazos
políticos entre Beijing y otras naciones, por ello se habla de la existencia de
la diplomacia del panda o pandaplomacia.
Ternura en peligro de extinción.
El
oso panda o panda gigante es originario de China. Es considerada una especie
endémica del centro del país, y reside sobre todo en las regiones montañosas de
la provincia de Sichuan y el Tíbet. Este simpático animal fue conocido en
occidente en el año de 1869 aunque se dice que su existencia se remonta a un
millón de años atrás. Existen aproximadamente unos mil 600 pandas en su hábitat
natural y otros 300 en situación de cautiverio.
Hoy
en día el futuro del panda gigante resulta incierto. Este pacífico animal,
amante del bambú y con aspecto bonachón, sufre diversas amenazas, por lo que se
considera una especie en peligro de extinción. Su hábitat forestal, en las
regiones montañosas del sudoeste de China, ha sido fragmentado, forzando así el
aislamiento y la reducción de las poblaciones de osos panda. A la vez, la caza
furtiva continúa siendo una amenaza para esta especie.
El
oso panda además enfrenta problemas como baja esperanza de vida, alta tasa de
mortalidad en los cachorros (la madre por lo general cría al que tiene más
probabilidades de sobrevivir y abandona al más débil), baja tasa reproductiva
debido a la dificultad de la hembra para encontrar un macho y problemas al
aparearse. Los pandas son acechados por múltiples peligros, no obstante, ha
sido defendido por el gobierno de China y organismos no gubernamentales (ONGs)
como WWF y se han construido más de 50 reservas de ecológicas.
El poder suave y la pandaplomacy.
El
poder es la capacidad o facultad que se posee para realizar determinada cosa.
Para esto se cuentan con instrumentos como la diplomacia, sanciones, estímulos,
represalias la guerra, etc. En aras de trascender en el escenario internacional
y promover sus intereses, los países ponen en marcha el poder suave. “A
diferencia del poder duro, basado en las capacidades económicas y militares el
poder suave es intangible y, especialmente, aspiracional.”[2]
La producción
artística, cultural, musical, el cine, el prestigio educativo y científico, el
atractivo turístico, el cuidado ambiental, la capacidad para exportar modas y
tendencias, la gastronomía, constituyen elementos clave del poder suave. El
Estado que cuenta con una estrategia que reposa en los aspectos referidos,
tiene la posibilidad de influir en los demás y de obtener de ellos, lo que
desea, sin necesidad de amenazarlos con un conflicto armado o por la vía de las
presiones económicas.”[3]
Tal es el caso de la República Popular China con el uso de la pandaplomacy.
Seria durante el mandato del fundador del partido Comunista de China, Mao Zedong, que
la República Popular China comenzaría a valerse de los panditas en aras de
establecer diálogos políticos con otros países.
A partir de 1957 China comenzó a regalar pandas como muestra de buena
voluntad. Esto cesó por las leyes chinas de 1990, según las cuales todo animal,
incluyendo células reproductivas, eran propiedad de China. En este orden de
ideas, en los contratos se describe que si en el transcurso de esos diez años
llegara a nacer un bebé panda en el Estado receptor, éste será propiedad de
Beijing. Además los zoológicos interesados en obtener individuos en calidad de
préstamo están sujetos firmar contratos sin garantías para ellos, por diez
años, a un coste de entre 1 y 2 millones de dólares anuales.
Mediante
la diplomacia del panda el gigante asiático ha logrado mejorar las relaciones
diplomáticas con multiples estados como Japón, Taiwán, Estados Unidos, México y
una cantidad considerable de Estados Europeos. Los pandas son rentados a los
zoológicos de los países durante una década a un costo de un millón de dólares
al año. Los adorables panditas son realmente atractivos en las instalaciones de
un zoológico, sin embargo cuidarlos y mantenerlos en las condiciones que
requieren es bastante costoso.
Consideraciones Finales. El
panda, gran tesoro del gigante asiático.
La
diplomacia cultural como instrumento de política exterior ha sido usada como
herramienta para abrir camino. El gobierno de China consideró importante el
desarrollo y fortalecimiento de los vínculos culturales y económicos con países
amigos. Con base en la definición de
Joseph Nye, el soft power
(poder blando o suave) es un tipo de atracción, en lugar de una dominación. La
capacidad de influencia de este poder depende de lo atractivas que sean las
ideas, los fenómenos culturales y los valores usados con el objetivo de persuadir
a los demás para que los reconozcan.
En
esta tesitura, la idea de los pandas resulta bastante atractiva para los
países, empero no es la única forma en la que China emplea la diplomacia
cultural. Tenemos el caso de los “Institutos Confucio”. El Instituto Confucio
es una organización sin fines de lucro, que tiene por tareas principales “la
promoción de la enseñanza del chino como lengua extranjera, y los intercambios
culturales y la cooperación en los campos de la educación, la cultura y la
economía.”[4]
El panda se ha
convertido, gracias a su carisma, en un tesoro para China, quien destina gran
parte de sus recursos al mantenimiento del mamífero. Su aprecio radica en la
gran oportunidad de ganancias que representa para China, pues además de obtener
beneficio económico del arrendamiento de los osos, logra el fortalecimiento de
lazos diplomáticos con los Estados, amén de poder conseguir recursos naturales
de ellos. Por ejemplo, Francia y Australia llegaron a un acuerdo para la compra
de uranio que China necesita en aras de alcanzar su meta de aumentar su
capacidad nuclear para el año 2050. Además, con el fin de reducir tensiones con
Japón por las cuestiones de disputa en las Islas del Pacifico, Pekín le prestó
dos pandas en el año 2011.
Es conveniente mencionar la
influencia del panda en el restablecimiento de las relaciones de amistad entre
China y la Unión Americana, quien en tiempos de la guerra fría se negó a
aceptar un ejemplar por considerarlo un “animal comunista”. Fue hasta el año de
1979, cuando Estados Unidos mostraba interés de fortalecer relaciones con
Beijing cuando fueron entregados dos pandas, esta vez fueron bienvenidos.
El oso panda se utiliza para sellar
simbólicamente el acuerdo y expresar la intención del establecimiento de una
larga y próspera relación, amén de una manera de lograr sus intereses y persuadir
a los países de una manera sutil. Si un país acoge a un panda, simboliza que
China le confía la conservación de un preciado animal en peligro de extinción.
Significa un nuevo comienzo de las relaciones, significa un otorgamiento de
confianza, lealtad y reciprocidad.
Fuentes Consultadas:
·
Confucius
Institute Division, Global Distribution of Confucius Institutes, [En línea],Disponible
en: http://
·
Hogenboom, Melissa, Una
nueva fase de la "diplomacia panda" china, [En
línea],Disponible en: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/10/130927_china_diplomacia_panda_finde_mes
·
Kirsten Bound;
Rachel Briggs; , John Holden; Samuel Jones. Cultural
Diplomacy. London, Demos, 2007.
·
Rosas
Gonzalez, Maria Cristina, “El poder suave
y el reino animal”,[En línea], Disponible en: http://www.alainet.org/es/articulo/176324
·
Rosas
Gonzalez, Maria Cristina, “La diplomacia
del Panda”, ”,[En línea], Disponible en: http://www.alainet.org/es/active/71617
[1] Kirsten Bound; Rachel Briggs; , John Holden; Samuel Jones. Cultural
Diplomacy.
London, Demos, 2007.p.15
[2] María Cristina Rosas González, “El poder suave y el reino animal”,[En
línea], Disponible en: http://www.alainet.org/es/articulo/176324
[3]Ídem
[4] Confucius Institute
Division, Global Distribution of Confucius Institutes, [En línea],Disponible
en: http://
www.hanban.org/en_hanban/content.php?id=2519.
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