viernes, 15 de julio de 2016

La diplomacia cultural del oso panda. El poder suave en la República Popular China.




Tania Teresa Cortés San Lázaro

Estudiante de la Licenciatura en Relaciones
Internacionales en la Facultad de Ciencias Políticas 
y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.
taniarrii@hotmail.com


   A pesar de que durante las dos últimas décadas las relaciones internacionales se han conservado enfocadas en temas de equilibrio de poder económico y militar, se han visto obligadas a valorar la importancia de los factores culturales y religiosos, los cuales han ido ganando una dimensión transnacional que va más allá de las fronteras territoriales de los estados-nación. En el transcurso de la historia, "las personas han utilizado la cultura para presentarse a sí mismas, para afirmar su poder y entender a los demás”[1]                                                  

   El panda gigante resulta un animal simpático, atractivo e incluso tierno para la mayoría de las personas, por lo que es una de las especies más queridas del planeta. Ha sido símbolo de múltiples causas conservacionistas como la de World Wildlife Fund (WWF), organismo que utiliza su imagen como logo desde su fundación en 1961. Los pandas se han convertido, en ocasiones, en personajes excepcionales, tal fue el caso de “Tohui”  quien representó un icono de la historia de México al ser el segundo bebé panda en nacer pero el primero en sobrevivir en cautiverio fuera de China.                        

   Para la República Popular China el panda es el animal nacional y su caza es fuertemente penada, pero también simboliza la posibilidad de establecer o fortalecer las relaciones bilaterales con otros países. Tras la creación de China en el año de 1949, el panda gigante se utilizó para consolidar lazos políticos entre Beijing y otras naciones, por ello se habla de la existencia de la diplomacia del panda o pandaplomacia.       

Ternura en peligro de extinción.

   El oso panda o panda gigante es originario de China. Es considerada una especie endémica del centro del país, y reside sobre todo en las regiones montañosas de la provincia de Sichuan y el Tíbet. Este simpático animal fue conocido en occidente en el año de 1869 aunque se dice que su existencia se remonta a un millón de años atrás. Existen aproximadamente unos mil 600 pandas en su hábitat natural y otros 300 en situación de cautiverio.                     

   Hoy en día el futuro del panda gigante resulta incierto. Este pacífico animal, amante del bambú y con aspecto bonachón, sufre diversas amenazas, por lo que se considera una especie en peligro de extinción. Su hábitat forestal, en las regiones montañosas del sudoeste de China, ha sido fragmentado, forzando así el aislamiento y la reducción de las poblaciones de osos panda. A la vez, la caza furtiva continúa siendo una amenaza para esta especie.       

   El oso panda además enfrenta problemas como baja esperanza de vida, alta tasa de mortalidad en los cachorros (la madre por lo general cría al que tiene más probabilidades de sobrevivir y abandona al más débil), baja tasa reproductiva debido a la dificultad de la hembra para encontrar un macho y problemas al aparearse. Los pandas son acechados por múltiples peligros, no obstante, ha sido defendido por el gobierno de China y organismos no gubernamentales (ONGs) como WWF y se han construido más de 50 reservas de ecológicas.

El poder suave y la pandaplomacy.                                                                                   

   El poder es la capacidad o facultad que se posee para realizar determinada cosa. Para esto se cuentan con instrumentos como la diplomacia, sanciones, estímulos, represalias la guerra, etc. En aras de trascender en el escenario internacional y promover sus intereses, los países ponen en marcha el poder suave. “A diferencia del poder duro, basado en las capacidades económicas y militares el poder suave es intangible y, especialmente, aspiracional.”[2]                                                                

   La producción artística, cultural, musical, el cine, el prestigio educativo y científico, el atractivo turístico, el cuidado ambiental, la capacidad para exportar modas y tendencias, la gastronomía, constituyen elementos clave del poder suave. El Estado que cuenta con una estrategia que reposa en los aspectos referidos, tiene la posibilidad de influir en los demás y de obtener de ellos, lo que desea, sin necesidad de amenazarlos con un conflicto armado o por la vía de las presiones económicas.”[3] Tal es el caso de la República Popular China con el uso de la pandaplomacy.      
                                                   

  Seria durante el mandato del fundador del partido Comunista de China, Mao Zedong, que la República Popular China comenzaría a valerse de los panditas en aras de establecer diálogos políticos con otros países.  A partir de 1957 China comenzó a regalar pandas como muestra de buena voluntad. Esto cesó por las leyes chinas de 1990, según las cuales todo animal, incluyendo células reproductivas, eran propiedad de China. En este orden de ideas, en los contratos se describe que si en el transcurso de esos diez años llegara a nacer un bebé panda en el Estado receptor, éste será propiedad de Beijing. Además los zoológicos interesados en obtener individuos en calidad de préstamo están sujetos firmar contratos sin garantías para ellos, por diez años, a un coste de entre 1 y 2 millones de dólares anuales.      
   
   Mediante la diplomacia del panda el gigante asiático ha logrado mejorar las relaciones diplomáticas con multiples estados como Japón, Taiwán, Estados Unidos, México y una cantidad considerable de Estados Europeos. Los pandas son rentados a los zoológicos de los países durante una década a un costo de un millón de dólares al año. Los adorables panditas son realmente atractivos en las instalaciones de un zoológico, sin embargo cuidarlos y mantenerlos en las condiciones que requieren es bastante costoso.

Consideraciones Finales. El panda, gran tesoro del gigante asiático.

   La diplomacia cultural como instrumento de política exterior ha sido usada como herramienta para abrir camino. El gobierno de China consideró importante el desarrollo y fortalecimiento de los vínculos culturales y económicos con países amigos. Con base en la definición de  Joseph Nye, el soft power (poder blando o suave) es un tipo de atracción, en lugar de una dominación. La capacidad de influencia de este poder depende de lo atractivas que sean las ideas, los fenómenos culturales y los valores usados con el objetivo de persuadir a los demás para que los reconozcan.                  

   En esta tesitura, la idea de los pandas resulta bastante atractiva para los países, empero no es la única forma en la que China emplea la diplomacia cultural. Tenemos el caso de los “Institutos Confucio”. El Instituto Confucio es una organización sin fines de lucro, que tiene por tareas principales “la promoción de la enseñanza del chino como lengua extranjera, y los intercambios culturales y la cooperación en los campos de la educación, la cultura y la economía.”[4]                        

   El panda se ha convertido, gracias a su carisma, en un tesoro para China, quien destina gran parte de sus recursos al mantenimiento del mamífero. Su aprecio radica en la gran oportunidad de ganancias que representa para China, pues además de obtener beneficio económico del arrendamiento de los osos, logra el fortalecimiento de lazos diplomáticos con los Estados, amén de poder conseguir recursos naturales de ellos. Por ejemplo, Francia y Australia llegaron a un acuerdo para la compra de uranio que China necesita en aras de alcanzar su meta de aumentar su capacidad nuclear para el año 2050. Además, con el fin de reducir tensiones con Japón por las cuestiones de disputa en las Islas del Pacifico, Pekín le prestó dos pandas en el año 2011.

   Es conveniente mencionar la influencia del panda en el restablecimiento de las relaciones de amistad entre China y la Unión Americana, quien en tiempos de la guerra fría se negó a aceptar un ejemplar por considerarlo un “animal comunista”. Fue hasta el año de 1979, cuando Estados Unidos mostraba interés de fortalecer relaciones con Beijing cuando fueron entregados dos pandas, esta vez fueron bienvenidos.                                                                     

   El oso panda se utiliza para sellar simbólicamente el acuerdo y expresar la intención del establecimiento de una larga y próspera relación, amén de una manera de lograr sus intereses y persuadir a los países de una manera sutil. Si un país acoge a un panda, simboliza que China le confía la conservación de un preciado animal en peligro de extinción. Significa un nuevo comienzo de las relaciones, significa un otorgamiento de confianza, lealtad y reciprocidad.   

Fuentes Consultadas:
·         Confucius Institute Division,  Global Distribution of Confucius Institutes, [En línea],Disponible en: http://
·         Hogenboom, Melissa, Una nueva fase de la "diplomacia panda" china, [En línea],Disponible en: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/10/130927_china_diplomacia_panda_finde_mes
·         Kirsten Bound; Rachel Briggs; , John Holden; Samuel Jones. Cultural Diplomacy. London, Demos, 2007.
·         Rosas Gonzalez, Maria Cristina, “El poder suave y el reino animal”,[En línea], Disponible en: http://www.alainet.org/es/articulo/176324
·         Rosas Gonzalez, Maria Cristina, “La diplomacia del Panda”, ”,[En línea], Disponible en:  http://www.alainet.org/es/active/71617




[1] Kirsten Bound; Rachel Briggs; , John Holden; Samuel Jones. Cultural Diplomacy. London, Demos, 2007.p.15
[2] María Cristina Rosas González, “El poder suave y el reino animal”,[En línea], Disponible en: http://www.alainet.org/es/articulo/176324
[3]Ídem
[4] Confucius Institute Division,  Global Distribution of Confucius Institutes, [En línea],Disponible en: http://
www.hanban.org/en_hanban/content.php?id=2519.

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