lunes, 4 de julio de 2016

Internet como derecho humano.


                                                                             





Gilberto Cornejo Alvarez
Estudiante de Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de Méxicogilbertocornejoalvarez@outlook.com 


   Una de las grandes revoluciones en materia de comunicación y difusión de la información fue la internacionalización de Internet. Creado a partir de los esfuerzos conjuntos de investigadores, el sector privado y diversas instituciones académicas, actualmente se utiliza en Occidente sin problemas, por ello para la mayor parte del continente americano convivir con esta herramienta día a día no supone complicación alguna. Por tal motivo la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) consideró importante declarar a Internet como un derecho humano, pues considera que permite a los individuos expresar sus ideas y opiniones, y por tanto, se promueve el progreso de la sociedad en su conjunto.

   A pesar de su importancia, no se debe perder de vista lo que son los derechos humanos. José Ricardo Hernández Gómez en su Tratado de Derecho Constitucional los define como “aquella condición instrumental que le permite a la persona su realización.” Por tal razón, en lugar de considerarse como un derecho humano de cuarta generación es mejor considerar a esta herramienta como un bien público global de tercera generación. De esta manera internet debería de mejorar la calidad de vida de los seres humanos, ser de libre acceso, traspasar las fronteras nacionales, además de que su uso no debería restringir el acceso de los demás al mismo.

Por otra parte el ciberespacio también puede poner en riesgo a las sociedades. Sí bien es cierto ha permitido a todas las personas entablar comunicaciones con su pares de otras partes del mundo, además de poner al alcance de la mayoría una gran cantidad de información, la poca regulación existente respecto a esta Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC) ha hecho patente que puede representar un riesgo para todos los sectores poblaciones, así como también para los Estados.

Por ejemplo, no fue sino hasta 2013 que diferentes gobiernos empezaron a preocuparse por la cuestión de los ataques ciberterroristas (y quedaron sorprendidos al descubrir a las mentes detrás de los mismos, pues en lugar de aquellas personas sin estudios y de clase socioeconómica baja que persiste en el imaginario colectivo sobre los criminales, estos delincuentes tienen alto nivel académico y provienen de la clase media o alta), mucha de la información existente puede tener datos falsos o erróneos sin dejar de lado que la sociedad,especialmente las generaciones más jóvenes, están utilizando esta TIC para crear nuevas formas de violencia como el ciberacoso, amén de no existir legislación por parte de todos los países para condenar cibercrimenes como el robo de identidad, distribución de pornografía infantil, etcétera.

Definitivamente, Internet puede ayudar al empoderamiento de las poblaciones, pero la ONU debe de centrarse en combatir problemas con los que lleva bastante tiempo lidiando como el hambre, la pobreza extrema y la desigualdad, en aras de fomentar el desarrollo. El acceso a dicha herramienta no garantiza el desarrollo de los individuos, sin olvidar que algunos quedarían excluidos, pues de acuerdo a la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) un cuarto de la población mundial total no tiene acceso a la energía eléctrica por lo que les es imposible conectarse a Internet, sin olvidar que de acuerdo a diversos Organismos Internacionales No Gubernamentales (ONGs) como Movimiento Internacional, más de mil millones de seres humanos viven con menos de un dólar al día. Es por eso que debemos de resolver primero los problemas concernientes al desarrollo humano, pues sólo así se podrá conseguir el acceso a la red de todos los individuos, primer paso para que el tan creciente analfabetismo digital empiece a disminuir.

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