Por: Gilberto Cornejo Alvarez |
En una carrera hacia la Casa Blanca que será recordada por ser una de las más reñidas ha salido victorioso el candidato republicano, Donald Trump. Para muchos la sorpresa es grande, sin embargo, era una situación que venía gestándose semanas atrás. A pesar del resultado, el malestar de la sociedad (tanto estadounidense como internacional) se ha expresado mediante protestas, las cuales van desde marchas hasta quema de objetos. La interrogante es ¿cómo logró ganar el magnate cuando todo estaba en su contra?
La caída de Hillary Clinton
La contendiente de Trump en los comicios presidenciales, y a quién se le auguraba una victoria fácil especialmente tras los debates, obtuvo únicamente 218 delegados de los 270 necesarios para ser Presidente del país considerado como el más poderoso del mundo. Algunas de las razones del fracaso obtenido en las urnas y que le quitaron la oportunidad de ser la primera mujer presidenta de EEUU son:
- Falta de confianza del electorado: el hecho de que la investigación iniciada por agencias de inteligencia del país con relación a los coreos electrónicos fuera intermitente pudo haber causado más daño del previsto. Debe resaltarse, además, la posibilidad con la que contó el electorado estadounidense para votar por adelantado pudo haber servido para que perdiera estados indecisos.
- Amplio desgaste político: Hillary está en el escrutinio público desde 1979, cuando era la Primera Dama de Arkansas. Si bien por méritos propios logró dejar de ser reconocida como la Primera Dama de los Estados Unidos (1993-2001) para ser Senadora (2001-2008) y posteriormente Secretaria de Estado (2009-2013), todos esos años de vida política podrían haberle cobrado factura. No es secreto para nadie que Clinton es un “halcón”, amén de más de una ocasión intervenir en Medio Oriente, situación utilizada por sus opositores para disminuir su popularidad.
- Sexo: para la ultraderecha recalcitrante representada por los WASP, la administración Obama fue un ente anómalo en la Casa Blanca (León-Manríquez, 2016: 99), pues era perteneciente a una minoría. De acuerdo a los estudios que salen para explicar el resultado de las elecciones, y tal y como lo había adelantado el cineasta Moore, no se tomó en cuenta que el hombre blanco, protestante y heterosexual se había sentido excluido durante la administración de Obama. Permitir a una mujer que fuera presidente era inimaginable. Incluso, se apreció que no tuvo el favor de las mujeres en las urnas, hecho que nos recordó Susan Sarandon al mencionar unos días antes de la elección que ella no vota con su vagina.
- Apoyo ¿excesivo?: diversas personalidades del medio del espectáculo, como Katy Perry y Vicente Fernández demostraron su apoyo por la candidata demócrata. Sin embargo, para muchos esta fue una prueba de que Clinton no contaba por si misma con la popularidad suficiente para atraer al electorado. Además. el hecho de que la apoyara abiertamente Obama (quien es visto al interior de su país como el encargado de debilitar a nivel internacional al hegemón solitario) así como Bill Clinton (más de la misma élite en el poder), terminó jugando en su contra
- Carisma: a diferencia del futuro presidente, para muchos Hillary Clinton significaba la perpetuación del sistema que no sólo no los representa, también los excluye. Si bien vistos desde la óptica académica sus discursos son magistrales, al competir contra Donald Trump (quien se basó en sentimientos), la candidata demócrata sonaba robótica. Para empeorar la situación, el hecho de que nunca pudiera convencer a quienes apoyaban a Bernie Sanders de votar por ella, pues estos últimos no veían que Clinton incorporará en su agenda las propuestas del político “socialista”, le quitó el respaldo del voto joven.
- La falacia del voto latino y del elector racional: para muchos el discurso promovido por Donald Trump sobre deportar a todos los migrantes “ilegales” hizo pensar que la población latina votaría por Clinton. No obstante, durante la administración Obama se ha realizado el mayor número de deportaciones de la historia, debilitando el apoyo de este sector de la población. Finalmente, se creía que los electores votarían por Clinton por ser ‘racionales’ y la candidata demócrata era el mal menor. Una vez más el ser humano demuestra ser impredecible.
Para algunos, un vez más Hillary es víctima de una maldición (Vissière: 2016): en 2008 a pesar de ser la gran favorita en las Primarias perdió contra Barack Obama y ahora, a pesar de contar con más votos en el cómputo total, no logró imponerse en el Colegio Electoral frente a Donald Trump. Incluso antes de que alguno de los dos candidatos llegará al mágico número de 270 (aunque con una clara ventaja republicana), ella público una imagen en su cuenta de Facebook (imagen 1) con el mensaje “Este equipo tiene mucho de lo que estar orgulloso. Lo que sea que pase esta noche, gracias por todo”.
Imagen 1. Gracias por todo
Fuente: Facebook oficial de Hillary Clinton (http://bit.ly/2fZwVW1)
El miércoles por la mañana Hillary ha dado su discurso de reconocimiento al resultado de las elecciones. Este resulta interesante por varias cuestiones: la primera de ella es el reconocimiento que da al magante como el ganador de las elecciones y pide a quienes la apoyan reciban con la mente abierta al nuevo presidente. Quizás de los momentos más emotivos fueron las palabras dirigidas a los jóvenes recordándoles que luchen por lo que consideran vale la pena, así como el mensaje hacia las mujeres y niñas al mencionar que pronto una mujer será presidente de EEUU, derribando por fin el techo de cristal existente en el mundo de la política entre hombres y mujeres.
Presidente Trump ¿hacia la hecatombe? Consideraciones finales
La nación excepcional se decantó por el candidato republicano, quien será investido como el 45° presidente de EEUU a inicios del próximo año. Las protestas no tardaron en aparecer, especialmente entre el sector universitario. También es interesante señalar cómo muchos estadounidenses resaltan que él no es su presidente.
Empero, para la mayor parte de la población el futuro presidente que se declaró fuera del establishment estadounidense logró conectar con aquellos afectados por la crisis económicas con frases como Make America Great Again (Hacer América Grande de Nuevo) y promesas como construir un muro en la frontera con México le ganaron un gran apoyo. Y es que para el cinturón industrial los políticos ya no responden a sus intereses, es mejor intentarlo con un empresario.
Sorpresivo fue el primer discurso que dio Donald Trump al enterarse de los resultados de la elección: lejos del discurso de odio caracterizador de la carrera hacia a Casa Blanca se mostró conciliador. Reconoció en un primer momento que se debe agradecer a Hillary Clinton su labor por el país y, posteriormente, mencionó buscará ser el presidente de todos los estadounidenses.
Sin embargo, el problema de la reconciliación nacional será complicado. Si bien en el Congreso hay una mayoría republicana es necesario recordar el distanciamiento que tomaron los principales miembros del Partido Republicano con relación al futuro presidente. Ahora, los republicanos deben de engrosar filas y disculparse con el magnate. Se subestimó a alguien que demostró tener más astucia que la mayoría de los políticos estadounidenses.
Finalmente, tal pareciera nos encontramos ante e desencanto de la democracia participativa. Para algunos es el fin de Occidente pues Trump llegó a la presidencia con un discurso proteccionista en materia económica cuando su país es el paladín del libre comercio, con una postura negacionista del cambio climático cuando el país sufrió los efectos devastadores del huracán Katrina, con la idea de renegociar alianzas estratégicas como el TLCAN y la OTAN las cuales no sólo lo beneficiaron, también lo volvieron un país interdependiente. Quizá lo más preocupante es la amenaza de deportación masiva de los dreamers, amén del desmoronamiento del legado de Obama.
El leviatán liberal está en la encrucijada: debe sanar las heridas que las elecciones dejaron y reconstruir un futuro común. A pesar de ello, el gran tablero mundial cambia drásticamente Y Vladimir Putin no ha dudado en felicitar la victoria del empresario lo que mostraría un deshielo en las relaciones. Queda esperar, y esperar lo mejor, como cerró Hillary Clinton en su discurso del miércoles en la mañana: “es momento de demostrar que el sueño americano es tan grande que caben todos sin importar género, edad, orientación sexual, inmigrantes, sin importar la religión que profesan […] lo mejor está por venir”. La moneda está en el aire y ahora la gran interrogante para la sociedad internacional es ¿lo mejor está por venir?
Fuentes de consulta
Applebaum, Anne (2016). “Is America still the leader of the free world?”, en The Washington Post [en línea]. Dirección URL: https://www.washingtonpost.com/opinions/global-opinions/under-president-trump-america-may-no-longer-lead-the-free-world/2016/11/09/921bbbbe-a67b-11e6-ba59-a7d93165c6d4_story.html
León-Manríquez, José Luis, David Mena y José Luis Valdés-Ugalde (2015). Estados Unidos y los principales actores de reconfiguración del orden mundial en el siglo XXI, México, UNAM-CISAN, UAM, Universidad Iberoamericana.
Martínez, Ahrens (2016). “La catástrofe económica amenaza a México y al peso”, en El País [en línea]. Dirección URL: http://internacional.elpais.com/internacional/2016/11/08/mexico/1478635442_797774.html?id_externo_rsoc=FB_MX_CM
Vissière, Hélène (2016). “Hillary Clinton, la malédiction”, en Le Point International [en línea]. Dirección URL: http://www.lepoint.fr/monde/hillary-clinton-la-malediction-09-11-2016-2081855_24.php